Sobre el Alano

 

 

Sobre el Alano Español

Después de años de vida campera, cazadora y montera, hemos decidido ir un paso más allá y transmitir, a través de la difusión que ofrece internet, nuestras experiencias sobre el alano español; tanto desde un punto de vista cinófilo amplio como desde el más estrictamente cinegético y funcional, el cual es la piedra angular que motiva nuestro concepto sobre la raza y que el presente proyecto espera y desea divulgar, explicar y defender.

Así, comenzamos esta aventura bloguera con el objetivo marcado de informar, ilustrar y arrojar algo de luz a aquellos alaneros, cazadores en general o simplemente aficionados al mundo del perro sobre la verdadera esencia de nuestra gran raza de presa: el alano español. El propio sentido zootécnico de la misma, sus características raciales, su historia, su actualidad y, también, los males que aqueja y que son la mitad del motivo que nos mueve a su defensa, siendo la otra mitad la pasión incondicional que sentimos por ella y por la caza y el perro en general. Por todo ello, como primera declaración de intenciones, es de justicia proclamar que el alano y la caza, concretamente el agarre de reses, sean cinegéticas o domésticas como el ganado bovino, son un tándem irrompible; partiendo de la base fundamental que supone el hecho de que sin tal actividad, tanto el alano como otras razas emparentadas ni si quiera existirían.

Es también preceptivo señalar que este espacio contiene, única y exclusivamente, opiniones sobre el alano basadas en la pura experiencia; a través de la cría, la convivencia y la caza en primera persona y a lo largo de muchos años con estos perros. Por ello, no es un mal comienzo el preguntarse qué características globales definen, según nuestra experiencia y criterio, a la raza. Es decir, ¿Qué es un alano y de dónde proviene?

Las primeras referencias históricas que encontramos de la entrada del pueblo alano, de estirpe germánica o europea oriental, en la entonces provincia romana de Hispania puede datarse aproximadamente en el Siglo V d.c. Estos pueblos invasores del Imperio Romano de Occidente por presión de amenazas más poderosas que ellos, especialmente de los hunos, trajeron consigo las castas caninas molosas ancestrales; tanto en su tipo de pastoreo nómada que darían lugar a las diferentes razas de mastines eurasiáticos, como al moloso de presa cazador. Es esta última variante de los perros seleccionados por su capacidad ofensiva, principalmente su constitución morfológica potente y terrible mordida, ya fuese para la caza, la custodia de asentamientos permanentes e incluso la guerra, la que va dejando un reguero de variantes locales por todos aquellos territorios del imperio occidental donde estos pueblos germánicos fueron asentándose en tiempos del ocaso del poder romano. Así, encontramos razas pertenecientes a este tronco común, de igual o similar función y características, por toda Europa continental: el extinto Bullenbeisser germano, el Gran Danés o Dogo Alemán (precisamente conocido en italiano como alano tedesco), el Bóxer, el Dogo de Burdeos, el Mastín Napolitano (realmente un dogo clásico pese a su nomenclatura, empleada frecuentemente como sinónima entre ambas ramas de molosos), el Cane Corso, el Dogo Sardo, el propio Alano Español y aún en Gran Bretaña al afamado Bulldog Inglés (poco que ver en sus orígenes con la raza actual) y al English mastiff.

Oleadas de invasiones en la España del siglo V. Fuente: ordorenascendi

En cuanto a la situación ibérica, y a grandes rasgos, los pueblos germánicos hacen su entrada en Hispania estableciéndose disgregados étnicamente y fundando varios reinos y señoríos; recabando los alanos, de tradición guerrera y ganadera nómada, en el noroeste peninsular. Es desde allí desde donde presumiblemente se expanden sus perros de presa por todo el suelo hispánico, deduciblemente por sus buenas cualidades venatorias. Con todo, por parentesco y origen, no sería de extrañar que el resto de pueblos germánicos trabajasen canes de similares virtudes; si bien el hecho notable de que se haya conservado el término ‘alano‘ hasta nuestros días, tanto en el lenguaje cultivado como en el popular, para designar a esta clase de perros, puede ser una pista histórica bastante significativa para determinar que fuese este pueblo, si bien no en exclusiva, el que destacó notablemente por su destreza en la cría del perro de presa.

Entrados plenamente en el medievo y la Reconquista, la referencia más importante que tenemos de este tipo de canes la tenemos en el Siglo XIV de mano del Rey de Castilla Alfonso XI el Justiciero, que en el famoso ‘Libro de la montería‘ nos deja una detallada descripción de los perros alanos empleados para la caza de reses y fieras; importante referencia histórica para el cazador y criador que podría considerarse, aparte de un importante legado cultural, una suerte de rudimentario estándar racial.

Fuente: Wikipedia

Partiendo del asentamiento constatado como casta canina de entidad propia en nuestro país desde tiempos históricos, podemos pasar a un análisis general de las características temperamentales y morfológicas del alano español. Así pues, y en cuanto a su carácter, podríamos decir que nos encontramos ante todo frente a un perro de caza con mayúsculas; siendo este el rasgo principal de su conducta natural y siendo sus instintos zootécnicos más marcados por la selección de siglos los de caza y presa fija. Es el alano un perro de ánimo sereno y equilibrado, noble con su jauría y con el hombre; pero decidido, arrojado y valiente en el lance venatorio. Poderoso, con una gran seguridad en sí mismo. Es a su vez, animal muy leal y fiel a su dueño.Morfológicamente, según el prototipo racial del alano español, se define como un moloso ligero, de presa y corredor. Sublongilíneo y armónico, de pecho ancho y profundo, cuerpo alargado y vientre retraído. Además, debe expresar todas estas cualidades en el campo; las cuales son intrínsecas y necesarias para la realización concreta y correcta de sus funciones venatorias especializadas en la presa y agarre de reses, tanto salvajes como domésticas.

Es por ello que, según la utilidad a la que se destina su funcionalidad, podemos llegar a diferenciar dos labores principales en las que se emplea al alano español como perro de trabajo a día de hoy; ambas siempre indisolublemente unidas a su principal cualidad zootécnica, que es la capacidad de presa y agarre:

-Alano cazador: para un cazador que disponga de sus perros para el apresamiento de especies cinegéticas comunes (como jabalí o ciervo), un alano es un perro que debe morder con una valentía más que notable, sujetando e inmovilizando a la presa; aguantando la mordida hasta la llegada del perrero al lugar de la acción para proceder al remate. Un perro de agarre que acuda a las ladras de los punteros, cazador y acompañante gregario y no pendenciero de los demás compañeros de rehala.

-Alano ganadero: Son aquellos perros utilizados para el agarre de reses bravas o semibravas, como por ejemplo vacas monchinas extraviadas en el monte, toros bravos que han escapado durante los traslados a la plaza o situaciones similares. Hoy día esta es una práctica minoritaria para el alano, pero aún así es necesaria de mencionar sobre todo por su relevancia histórica; teniendo en siglos pasados un papel destacado en el manejo del ganado en mataderos y corridas de toros.

Una finalidad en la crianza bien diferente de las dos labores descritas para el alano como perro de trabajo, es la cría para exhibiciones y concursos de belleza canina, cuya finalidad última no deja de ser el mercado de animales de compañía. Finalidad respetable dentro de los límites de la ética y la honradez, pero que no es una función en sí al no someter a los reproductores a ninguna presión selectiva de naturaleza funcional, sino a los criterios meramente estéticos y subjetivos de personal especializado y criadores; las más de las veces sujetos a modas pasajeras que a los propios estándares raciales. Sería por tanto la cría destinada a los concursos de belleza, y siendo fieles a la verdad, la selección caracterizada por la ausencia de función original, más que una función en sí. Sin embargo, este es un tema polémico que trataremos en profundidad más adelante.

Llegados a este punto y por no extendernos más, cosa que ya tendremos oportunidad de hacer punto por punto, te damos, querido lector, una calurosa bienvenida  a esta casa del alano, que será la tuya también, y mediante la cual compartiremos el interés por esta maravillosa raza que es el alano español.

Sin más ¡Un saludo y a disfrutarlo! Afectuosamente, el equipo de: